domingo, 31 de mayo de 2015

Cama ajena

Una especie de espejismo, nos fue envolviendo lentamente, sabíamos que no era correcto, pero nos dejamos llevar por esa atracción que nos embargaba.

Tenías tiempo casado, tu relación había caído en la costumbre, situación tan peligrosa para las parejas, que las deja sin imaginación. Yo, no tenía ningún compromiso, hubo una relación de importancia, pero se había terminado tiempo atrás.

Desde el primer día que nos conocimos, fue un flechazo inmediato, había algo que me atraía a ti, lo mismo te paso; siempre tratamos de mantener una distancia prudente, hasta ese día, que de la oficina nos mandaron a visitar a uno de nuestros mejores clientes, a Zacatecas. 

Ese día, nuestros ojos se buscaron en una especie de súplica, sabíamos los riesgos de estar solos y lejos de nuestros respectivos hogares, pero también, nuestros corazones saltaban de emoción.

Al día siguiente, nos encontramos en el aeropuerto, nuestro saludo fue tenso y nos mantuvimos callados, hasta que arribamos a la ciudad de Zacatecas, ahí nos esperaba un chófer, para llevarnos al hotel y posteriormente, llevarnos a la oficina del señor Martínez. 

No sé si fue cosa del destino, pero nos asignaron habitaciones contiguas. 

Después, de dejar nuestro equipaje, bajamos al vestíbulo, donde nos esperaba el Catarino, chófer del señor Martínez, quien nos condujo a las oficinas. Era un edificio de oficinas modernas, que de alguna forma contrastaba con la arquitectura de la avenida principal.

Instalados en la sala de juntas, se nos ofreció algo de tomar, minutos después, el señor Martínez y su equipo de asesores, entraron a la sala. Después, de las presentaciones rigurosas, iniciamos la presentación del proyecto, en el que considerábamos que el señor Martínez podría invertir como socio mayoritario en un conjunto habitacional en la entidad. 

Posteriormente, se inició las preguntas y respuestas por parte del señor Martínez y su grupo de asesores. Fue una sesión larga, que continuo después de la comida. A las 7 de la noche, habías conseguido la firma del señor Martínez, satisfechos nos retiramos de las oficinas. 

Propusiste que celebráramos, por supuesto accedí, sin mucho a donde ir, optamos por el restaurante del hotel, ahí nos llevo al chófer. 

No estaba muy concurrido, el capitán nos designó una mesa, el mesero trajo la carta y ordenamos, en tanto, pediste unas copas de champaña, había que celebrar, era una cuenta bastante importante, nos sentíamos complacidos por los resultados. Mientras, nos traían la cena, bromeamos y reímos amenamente, cuando llegó la comida, ordenaste, no unas copas, sino una botella.

Estábamos verdaderamente a gusto, que no supe cuánto fue lo que bebimos ni en que momento, decidimos retirarnos. El hecho, es que nos encontrábamos en tu habitación, sin mediar palabra, te acercaste y me diste un beso, que más de una ocasión imaginamos darnos, la situación nos fue dominando, dando rienda suelta a la pasión y al deseo.

A qué hora nos quedamos dormidos, no sé, cuando desperté la luz invadía el lugar, al voltear la cabeza te vi a mi lado, profundamente dormido, te observe por un rato, me parecías el hombre más guapo que había visto, creo que en ese momento tuve claros mis sentimientos, estaba enamorada.

Acaricie tu rostro, tratando de grabarme tus líneas, en ese momento despertaste, tu mirada confusa en principio, se tornó dulce, me acercaste a ti, dándome un beso tierno y amoroso, nos abrazamos por un momento, tratando de retener ese instante.

Tornamos a la realidad, solo teníamos como una hora para llegar al aeropuerto, te pusiste de pie de un salto, dirigiéndote al baño, oí el sonido del agua cayendo. Mientras te bañabas, me levante, estaba desnuda, nuestra ropa estaba esparcida por el piso, como mudos testigos de una noche de pasión. De pie, en medio de la habitación observaba la cama ajena que acabada de abandonar.

Después de esa noche, ninguno de los dos comentó nada, meses más tarde conocí al que hoy es mi esposo y a ti te enviaron a las oficinas de la ciudad de Zacatecas como director ejecutivo del proyecto.

Lunaoscura

No hay comentarios:

Publicar un comentario