Nació en el seno de una familia obrera, apenas había abierto los ojos, cuando sus amos lo regalaron a una familia vecina. Creció rodeado de las risas y mimos de los pequeños, pero las penurias por la situación económica de la familia que, fueron de mal en peor, afectaba al pequeño cachorro, aun cuando los niños hacían lo posible por alimentarlo, pero no era suficiente. En una ocasión, la puerta de la calle estaba abierta, Éfeso se dio a la aventura.