La quería con reprimido deseo,
loco santurrón de aberrante efusión.
Delirios nocturnos invaden su lecho,
esa mujer, no sabe ni entiende.
La perfidia domina su voluntad,
es pasión incontrolada que
emana de un corazón desdichado.
La mujer que ama no lo espera
¡Ay pérfido arrebato!
Ha transformado a su corazón
en un andrajoso envenenado.
Lunaoscura
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