María,
vivía en una cabaña en medio del bosque. Como toda jovencita deseaba mucho
tener amigos, pero ahí no había ni un alma más que la de ella y su madre.
Una
noche María caminaba por el bosque, volteo a ver el cielo y vio una estrella fugaz,
recordó que su madre le había dicho que cuando viera una estrella fugaz pidiera
un deseo, y ese deseo se le iba a cumplir, cerró los ojos con gran entusiasmo y
pidió un deseo. Un amigo con el cual pudiera pasar todo el tiempo.
A
la mañana siguiente, María, se despertó súbitamente por un ruido extraño. Se
levantó a toda prisa de la cama, en un rincón de su recamara vio un pequeño
robot con ojos muy grandes, tratando de subir a una pequeña silla.
María
con gran entusiasmo le pregunto.
-
¿Cuál es tu nombre? ¿Qué haces aquí?
-
¡Me llamo Mike y estoy aquí, porque tú
ayer pediste un deseo!
María
con una gran sonrisa, abrazo al pequeño robot y los dos juntos prometieron
nunca separarse.
María y Mike eran inseparables. Hasta que el pequeño robot,
le informo que tendría que ir de regreso a su casa. María, le recordó la
promesa que le hizo. Mike, le propuso que se fuera con él, María dudo por un
momento, pero decidió ir a conocer otros mundos.
Esa noche, algo extraño sucedió en
el cielo. Una luz resplandeciente, se posaba sobre la cabaña y en unos segundos
desaparecía.
Lunaoscura
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