Empezó como una correría, estaba bien, no importaba,
éramos amigos apostando al juego de la seducción,
con cada ir y venir, nos enredamos en nuestra ficción.
La verdad, la mentira, el amor y la juerga se conjugaban,
ni cuenta nos dimos, cuando el pasatiempo nos atrapo,
con flirteos aspiramos, a ser amados por lo que éramos.
Craso error, sólo quedaron los restos de unos suspiros y
voces suaves al viento por un par de errantes,
de una falacia temporal que se olvidara en el tiempo.
Lunaoscura
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