domingo, 1 de mayo de 2016

Efímera historia de amor

Ella estaba sentada en un bando del jardín, con la mirada perdida en no se sabe qué recuerdos. Lo que él vio, mientras se acercaba, fue a una bella mujer derramando lágrimas.

Él secó sus lágrimas con una sonrisa y desapareció. Tardó un instante en volver con la misma sonrisa y unas flores robadas del jardín. Ella seguía llorando, sus sentidos le dieron la voz de alarma cuando él la rozó.
Después de unos instantes, juntaron sus miradas y luego sus labios en un beso que los estremeció. Un beso que ambos necesitaban urgentemente.
Sintieron como los temores desaparecían, la inseguridad se convertía en confianza y disfrutaron del placer sin obstáculos.
Estuvieron una eternidad, una eternidad que, duró el tiempo que dura un beso.


Lunaoscura

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