Me gusta vagar de noche,
compartiendo alientos solitarios
con bohemios trasnochados,
anónimos enamorados
y uno que otro rimador desvariado.
La absurda realidad, esta distante,
el sedal de la madrugada resguarda
al entendimiento del cisco sinrazón
de una materialidad desfigurada.
Los espectros desdibujados
deambulan sosegados,
la realidad, se ve como se siente,
y la imaginación transita libremente
al amparo de la luz mortecina de Selene.
Lunaoscura
No hay comentarios:
Publicar un comentario