Desde hacía tiempo, sufría momentos de un abatimiento nostálgico que, le ahogaban las palabras sumergiéndolas en un profundo silencio. Esa sensación de aburrimiento, de no pertenecer a ningún lado, le hacía largos los días. No obstante, cumplía sus deberes, se empeñaba con ahínco.
Algunos, se daban cuenta le brindaban frases de ánimo, otros lo tomaban a broma, así pasaban los días, hasta que esa tarde que se encontraba sola, sintió un estremecimiento, algo estaba mal, en su cabeza la razón lo cuestionaba, ¿de qué te quejas? Tu vida es así, mira a tu alrededor, mira tus logros, lo que tienes, ya más de uno lo quisiera.
En efecto, tenía mucho de que
sentirse satisfecha, era querida y admirada por muchos, tenía una vida
desahogada pero algo dentro de su ser, le aguijoneaba era tenaz, la arrastraba
a un hastío abrumador. Estaba convencida, tenía un problema, en esos momentos
la soledad y la tristeza le invadieron, su cuerpo se convulsionaba, su mente
era arrastrada al mismísimo infierno, figuras informes danzaban a su alrededor,
burlándose, riéndose de ella. Pensó que era el fin, no habría un mañana, la
locura la había capturado, era un hecho.
Todo se oscureció, no supo nada,
quien sabe cuanto tiempo estuvo así, en una inconsciencia total. Sintió en el
rostro un calorcito tierno que le acariciaba, poco a poco, abrió los ojos, el
sol brillaba con tal intensidad como hacía
mucho tiempo no lo veía. Se levanto, estaba en un lugar completamente oscuro,
la luz entraba por una hendidura de una de las paredes, lentamente y con cierto
temor se aproximo, podía ver el paisaje, todo reflejaba la luz de una manera
brillante, limpia.
Tenía que salir de ese lugar, dio
varias vueltas, las paredes eran de hilos finos entretejidos, sedosas pero apergaminadas,
viejas, no se veía una salida, así que decidió romper su prisión, agrando la única
grieta, le costo mucho esfuerzo pero se libero, trepo a la parte más alta, el
paisaje era extraordinario. Se sentía agotada, decidió darse un momento para
recobrar las fuerzas, el sol la bañaba, la energía corría por ella, era una
electricidad que invadía cada célula de su ser, no tenía la menor idea que había
pasado, se sentía diferente, más alegre más deseosa de vivir. Se levanto para
continuar su liberación cuando algo detrás de ella emergió. Eras unas hermosas
alas llenas de colores se batían para alzar el vuelo. Ahí comprendió que no era
la misma de antes, había trasmutado en un ser diferente, dejó de ser oruga para
convertirse en una mariposa. Feliz echo a volar, el proceso había terminado, le
esperaban sus semejantes.
Lunaoscura
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