Te vi, algo despertó en mí,
viejas sensaciones
pintaron mi cuerpo,
inundando de color fuego.
Asustadiza, cual doncella,
la mujer se transforma
sin venía de la lucidez,
impregnando de anhelo.
Que ridícula situación
para la sensatez,
un candor dulce que
retoña del tiempo perdido.
Consiente es la razón,
tu presencia despertó
fantasías, en un corazón
adormecido.
¡Vale!
Dice la vida,
concede asueto a la ilusión,
que ese corazón empedernido
llene de colores a la decepción.
Lunaoscura
No hay comentarios:
Publicar un comentario