viernes, 12 de diciembre de 2014

María

Esa anciana que está en la esquina, se llama María. Día a día se levanta con la única meta de salvar la jornada.

Pequeña, delgada con el cuero curtido, no pierde la esperanza, afanosa va tocando casa por casa ofreciendo sus servicios para realizar quehacer.





Está sola en el mundo, viuda desde joven se dedico a la crianza de sus ocho hijos. La vida se le fue en un suspiro, los hijos emigraron olvidándola.

A pesar de tanta miseria, siempre pronta ayudar quien sufre desgracia. Es humilde pero muy educada siempre saluda con una sonrisa que ilumina su rostro surcado por el paso del tiempo.

Vive en un cuartucho de una ciudad pérdida, acompañada por un famélico perro, su leal compañero.

La única pena que la embarga, qué será de su perro el día que parta, al igual que ella a nadie le interesa.

El tiempo pasa, Mariquita con paso lento, sólo espera el día que muera.


Lunaoscura

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