domingo, 14 de diciembre de 2014

Seguiré solitario

Seguiré solitario
sin angustias,
sin noches de insomnio,
sin imaginar tus posibles respuestas,
sin necesitarlas ya.





Seguiré sólo como hasta ahora,
ahora quizá mejor,
porque pudiendo ser preso del despecho
me libero escribiendo estos versos.

Seguiré solitario,
sin tu sonrisa de mentira,
sin tu mirada embustera,
sin tus falsos “te quiero”.

Sin tus promesas ocultando falacias,
sin tu discurso de integridad que ya no creo,
sin tu voz melosa, sin tus enredos,
sin recibir de tus manos esas pobres caricias.

Seguiré solitario,
sin tus vanales sueños
invandiendo mi conciencia,
sin tu materialismo insaciable,
carcomiendo mis intentos.

Seguiré solo como hasta ahora,
y ahora sé que mejor,
porque pudiendo seguir contigo,
me libero de ti escribiendo estos versos.

Seguiré solitario,
como lo estaba teniéndote a mi lado,
porque aprendí a amar a la soledad
con tu indiferencia;
a tolerar el silencio, con tus absurdas palabras;
a las despedidas, con cada vez que llegabas.

A las lágrimas, con tus falsas sonrisas;
a mi tiempo melancólico, con el perdido contigo;
al dolor mismo, con la espera infructuosa;
a mi vida sin ti, con los simulacros de vida a tu lado.

Seguiré solitario,
en mi presente, en este instante,
escapando de ésta mentira
que lleva tu nombre,
volviendo a la realidad convencido a olvidarte.

Seguiré solo como hasta ahora,
viviendo mis días,
realizando mis sueños, superando las pesadillas,
a cuatro palabras de olvidarte…

Porque tú no existes.


Henry Ricardo Reyes Castillo

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