jueves, 27 de agosto de 2015

El desencanto

Luz llevaba tres años casada, y tenía a su pequeño hijo José; su matrimonio era lo que se había imaginado, Ricardo, su esposo, era trasnochador, mujeriego y bohemio que, se limitaba a proporcionar a su familia los bienes materiales necesarios para la manutención, difícilmente convivía con ella y su hijo. Haciendo las discusiones, cosa frecuente, Luz se sentía devastada, situación que la deprimió profundamente, orillándola a refugiarse en su pequeño hijo.

Una tarde que regresaba de trabajar, el conserje del edificio le entregó un sobre, le pareció extraño, ella no recibía correspondencia. En su departamento, lo revisó con detenimiento, no tenía remitente, curiosa lo abrió, dentro del sobre, había fotografías y cartas, al principio, no entendía de qué se trataba, se sentó en la sala y leyó.

Era la letra de Ricardo, eso era indudable, manifestando el amor y la pasión que sentía, con cierta ingenuidad quiso creer que eran para ella, pero conforme leía, se dio cuenta de que se trataba de otra mujer. Un calor invadió su cuerpo y los ojos se le inyectaron de rabia y dolor. Reviso las fotografías, ahí estaba su esposo en compañía de su mejor amiga.

Estaba doblemente herida, como mujer y amiga. Cómo era posible que, Isaura le hubiera podido traicionar de esa manera y que decir de Ricardo, descarado sinvergüenza. No veía la hora de que llegará, tenía deseos de matarlo, afortunadamente, él llegó demasiado tarde, permitiendo que el odio y dolor que sentía Luz amainara.

Pasadas las doce de la noche, oyó abrirse la puerta, decidida tomo las cartas y las fotografías y salió a su encuentro. Ricardo, se sorprendió, su esposa tenía tiempo que no lo esperaba, con desparpajo le dijo.

-         ¡Hola!, qué hay de nuevo.

Por el semblante de Luz, se dio cuenta de que algo andaba mal. Ella no articulaba palabra, solo se limitó a entregarle un sobre.

-         ¿Qué es?
-         ¡Revísalo y dame una explicación!

Abrió el sobre y saco las fotografías, su semblante se puso tan pálido como la cera, por unos instantes no dijo nada, pero como la mejor defensa es el ataque, comento.

-        ¡No sé qué significa! ¿qué es lo que pretendes?, somos Isaura y yo, cuando nos enviaron a ver un asunto de la oficina, te lo comente.

-    Lee las cartas y dime si también, son parte de un trabajo de la oficina.

Este, tomó una de las cartas y empezó a leerla, nuevamente se puso libido, era obvio que estaba ideando una explicación, pero Luz no le dio oportunidad.

-      Hoy entiendo muchas de tus actitudes y desinterés, sabes esto no lo voy a tolerar, quiero el divorcio.

En ese momento, sonó el teléfono, Luz atendió la llamada, era Isaura, llamaba para preguntarle si había recibido el sobre. Luz puso el alta voz y con una frialdad que impresiono a los dos amantes, le pregunto cuál había sido la finalidad. La mujer le explicó, que mucho antes de que se casaran, ellos tenían una relación, al principio la considero una aventura, pero conforme el tiempo pasaba y las actitudes de Ricardo, esta se volvió más sería.

-      Entonces, me puedes explicar, porqué tú no detuviste la boda y te prestaste a ser mi dama de honor.

-   Ricardo me prometió que una vez casados y que cumpliera su palabra dada a tu madre, te pediría el divorcio, pero resulta que te embarazaste. por lo que acordamos que una vez que naciera el bebé, se divorciaría. Pero con eso, de que el bebé nació enfermo, sea postergado y yo necesito que me cumpla su palabra.

-       ¿Qué mi hijo nació enfermo? ¿de qué hablas?, es el bebé mas sano que haya visto.

Ricardo, no decía una sola palabra, había sido descubierto en sus mentiras. Luz, ya tenía toda la información que necesitaba y colgó.

Con esas pruebas irrefutables, le pidió a Ricardo que tomara sus cosas y se fuera. Este, trato de dar explicaciones, pidió una segunda oportunidad, hizo alusión a su hijo, pero Luz estaba cansada de tanta mentira.

-        ¡Sacas tus cosas o quieres que las saque yo, esto se acabó!

Ricardo, nunca la había visto tan decidida, siempre había sido una mujer dulce y sumisa; trato de detenerla, pero esta se volteó y le arrojo un florero que había ahí. Se dirigió a la recámara, mientras su esposo planeaba como salir del embrollo. Tiempo después, apareció nuevamente, con unas bolsas de basura que contenían las pertenencias de Ricardo. Sabiendo, que no le convenía provocarla más, tomo las bolsas y se retiró.

Al día siguiente, le llamo a la oficina, le pedía que hablaran y para no caer en dramas, propuso un restaurante. Luz acepto, tenía que definir los términos del divorcio, además no permitiría que volviera a poner un pie en su casa.

Se entrevistaron, pero Ricardo no llegó solo, iba con su mejor amigo y la esposa de este, serían según las palabras de Ricardo, los mediadores. Esto no le hizo, ninguna gracia a Luz, Jorge era igual o peor que Ricardo y Lupe, pobre mujer estaba llena de pastillas ansiolíticas.

El primero en hablar, fue Jorge, argumentando los problemas que se tienen que superar dentro del matrimonio y las debilidades que los hombres tienen, obviamente, Lupe secundaba todo lo que decía su marido. Una vez, que la pareja termina de exponer, Ricardo trataba de convencerla de regresar.

Abrumada, le pidió tiempo para pensarlo, acordaron que los fines de semana, podría ir a visitar a su hijo. Eso se mantuvo por unos dos meses, hasta que nuevamente, Isaura la llamó para exigirle que le diera el divorcio a Ricardo, que dejara de manipularlo con el bebé.

El siguiente fin de semana, cuando Ricardo llegó, Luz le presentó la demanda de divorcio. Al sentirse nuevamente descubierto y no deseando tener a su mujer de enemiga, firmo.


Lunaoscura

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