Hoy es de esos días en los en que la añoranza tomó las riendas y la soledad es mi compañera. No puedo negar que lo echo de menos y, aun así, atravesando el cedazo de lo real, ese sentir dulce y amargo se cuela por mi ventana como los rayos de un nuevo día. Acaricia mis días de ahora y como un fantasma tiende sus manos al pasado, intentando encontrar un sentido nuevo, donde la paz compartida de dos esencias desnudas, se arropen.
En este delirio melancólico, sé que por un instante el amor vino a buscarme y, como amalgama templada de encuentro y desencuentro me abraza hasta que llegué un nuevo amanecer que me recordará que amé el amor.
Lunaoscura
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