Desterrado en la soledad, alimenta
su mundo interior con los pedazos que continuamente sumaba a su desbordada
imaginación. Una realidad tan cercana a la de todas esas personas que ni
siquiera pueden entrever que ellos ocupaban un espacio, eso genera vida dentro
de él. No podía evitar seguir contando todo aquello que desde un principio le
estaba negado vivir.
Conocía muy bien a cada uno de
esos personajes, incluso mejor que aquellos mismos. El simple hecho de
observarlos, despertaba su curiosidad, todos se mostraban desnudos, ante su
mirada, creando situaciones que se repetían sin cesar. Era una estela ante sus
ojos, y él un testigo mudo. La pérdida de la ilusión, era una posibilidad
remota que siempre habitaba una calle sin salida.
Si esas ráfagas de viento pudiesen
disipar esa niebla calada en su corazón, encontraría un hogar donde el color
gris solo fuese un recuerdo sin sabor, la realidad no era así, a él solo le
queda divagar entre letras, armando rompecabezas de esas historias que los
otros se niegan a contar.
Lunaoscura
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