martes, 2 de junio de 2015

Relojito de arena azul

En medio de la algarabía por la celebración del fin de año, Andrea se sentía melancólica y taciturna, tal era su sensación que, decidió abandonar el lugar para caminar por las calles del centro de la ciudad. Sus pasos la llevaron a un viejo café de la calle de Tacuba, se arrinconó en la más apartada de las mesas de la terraza. Mientras esperaba que tomaran su orden, su mirada se perdió entre los pasos presurosos de los peatones que transitaban por la calle. Automáticamente, busco en su bolsa, la cajetilla de cigarros; cuando de pronto, cayó a sus pies un pequeño reloj de arena color azul. Se inclinó a recogerlo y por un largo rato lo observo con mirada anegada, ahí supo el motivo de su melancolía. Ese día, hacía tres años que Elvira, su amiga y mentora había partido, dejando inconclusos miles de planes que habían hecho… Pensó, que irónica es la vida y cuan profundo había calado Elvira en su alma, ese viejo café, era el lugar donde se reunían para hacer planes y ahora, simplemente era el recuerdo de su amistad incondicional, y ese pequeño reloj de arena azul, obsequiado en una mañana de primavera, sintetizaba su historia.


Lunaoscura

No hay comentarios:

Publicar un comentario