viernes, 6 de mayo de 2016

Por siempre en casa

En medio de la oscuridad y en un silencio absoluto, recorría cada una de las habitaciones de su casa, en cada una había tantos recuerdos de los niños y de su esposa. La pena lo consumía hasta hacerle rodar gélidas lágrimas. Su eterna nostalgia, lo mantenía atado a esos muros solitarios.

Una tarde, ruidos desconocidos lo alertaron… eran las risas de unos niños, que con algarabía corrían por todas partes, mientras unos hombres acarreaban cajas y muebles, y detrás de ellos una pareja.
¡Qué osadía!  
Los desconocidos se instalaron, don Andrés estaba furioso; por más que reclamaba por el allanamiento, parecía que no lo escuchaban.
Conforme el tiempo pasaba, los nuevos habitantes, se acostumbraron a los ruidos de la casa, en tanto, don Andrés, los observaba, le recordaban tanto a su amada familia que, decidió volverse un miembro más, para estar siempre en casa.

Lunaoscura

No hay comentarios:

Publicar un comentario