martes, 31 de mayo de 2016

Efímera eternidad

No condenes a una eternidad a nuestro amor, no lo sumerjas a un pacto suicida. Para qué, atormentar nuestros sueños como si fueran fósiles de arena y sal.


Hoy rozo tu corazón en las fronteras de tus ojos y oigo su tranquilo latir y tu nombre pronunciado en la penumbra, desplaza mis nostalgias, somos esencia que perfora nuestras profundas tristezas.

Somos navegantes en aguas contrarias, somos humedad en el fuego.  Somos, un amor construido a constantes desgarros, nos inventamos entre la turba terca de las cosas.

No lo condenes, a una armonía destruida por las sombras. Un día, tal vez, descubriremos que podríamos vivir, un minuto lo mismo que mil años con las llagas del otro en las manos, y entonces, descubriremos que no es posible continuar y nos besaremos quizá por última vez.

Ese adiós, será como una espada suave que penetrara haciéndonos sufrir, y temblaremos oscilando, como péndulos, entre el morir y estar muertos.


Lunaoscura

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