lunes, 21 de agosto de 2017

Miradas

Miradas, Mariana Rossi
Entré en la cocina, mientras intentaba mantener una plática tranquila sobre la importancia de la buena imagen con mi mugrienta pantufla izquierda, noté una mirada, una burlona y sarcástica mirada, era esa maldita cafetera observándome con una sonrisa prepotente, tomándome por loca, intenté seguir mi conversación con toda la educación posible, incluso en un momento le pedí que parara de mirarme así…

De repente, mi juicio se nubló para cuando quise darme cuenta la había desconectado, si lo había hecho y además me bebía el fluido de sus entrañas. Disfrute haciéndolo, pero no lo volvería a hacer y menos después de lo que ocurrió.

Todavía sostenía la taza medio llena, cuando nuevamente sentir sobre mí una mirada, una mirada recriminatoria y apenada por la pérdida de una amiga. Era el tostador que me miraba con odio, y apenas conseguía contener el llanto ante la desconexión de su amiga.

Esa mirada fue demasiado para mí, los remordimientos martirizaron mi frágil mente. Intente organizar mis pensamientos, él no tenía culpa, tenía todo el derecho a recriminarme por lo que hice, pero no lo soporte y… le desconecté, si lo hice y fue entonces cuando me empezó a asediar un pensamiento, había acabado con su existencia.

La espada de la justicia pendía sobre mí, un destello de lógica iluminó mi cabeza, sí en vez de matarle sin más le hubiera robando, mi pena se reduciría notablemente…, salte sobre las rebanadas de pan.

En ese momento, Daniel entró en la cocina.

-      ¡Que detalle el tuyo, empezaste a desayunar sin mí! - dijo mientras me miraba fijamente.

Esa mirada no me gustaba nada… era una pena que las personas no tuvieran enchufes.



Lunaoscura

1 comentario: