martes, 20 de junio de 2017

Las brujas

Aquella tarde como todas las demás llegué cansado y adolorido a casa. Mi jefe, como cada día, había estado gritándome por lo mismo de siempre y, como siempre, me había obligado a realizar trabajo extra, o sea, ¡un día normal!

Lo que más apetecía, era llegar a mi cama, acariciar a mi perro y tirarme a ver televisión, pero este día no sería posible.

Me quité los zapatos para no hacer ruido y subí a mi habitación. Me desvestí rápidamente y cogí mi esquijama negro del armario. Después la escopeta y me dirigí a la cocina, necesitaba provisiones.

Poco a poco recorrí las habitaciones hasta llegar a la escalera. Subí a la azotea y bebí trago tras trago todas las cervezas con las que me aprovisione.

El tiempo pasaba, la luz se desvanecía en el ocaso. No sabía si aguantaría el equilibrio o caería, pero si eso sucedía, sería por una buena causa, pensé.

Una voz dentro de mi cabeza, susurro “Shhh, que vienen, están a punto de llegar…”

Se alertaron mis sentidos, no veía ni oía nada, hasta que al final las vi. Las brujas volaban sobre sus escobas y se acercaban a gran velocidad. Llevaba dos semanas esperando este momento. Cargué la escopeta, apunté como pude, y sin vacilar, le disparé a una cuando sobrevoló sobre mi cabeza...

Lo siguiente que recuerdo, es la extraña sensación de estar atado y unos seres diminutos, vestidos de blanco… Supongo que fui hechizado con uno de sus maleficios.


Lunaoscura

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