martes, 13 de diciembre de 2016

Réquiem

Llanto nublado, hormigón y cristal,
el silencio de los caminantes
se funde con el asfalto y el agua.

Sombras vagan por las aceras
envueltas en cascarones vacíos
incapaces de recordar una caricia.

El alma yace postrada,
condenada al abandono
de una eternidad
que se la envolvió en el olvido.

Hemos dejado de pensar
en el presente y de creer en el futuro.

Ya no hay vigor en nuestras miradas,
solo oscuridad.

No hay día. No hay noche.
No hay vida. No hay esperanza…

Murió el día que te alejaste,
el eco de tu voz dejó de oírse,
tu perfume se disipó entre las nubes y
el calor de tu aliento desapareció
arrastrado por el vacío
que nació de tu ausencia.

Quizás murió hace más de lo que creo.
Quizás era tu luz que iluminaba las cosas,
haciéndolas de otra manera.
Quizás, pero poco importa ya…
Te has ido y yo he muerto.


Lunaoscura

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