miércoles, 8 de febrero de 2017

La televisión

Pues… este… verá usted… Todo empezó por culpa de la televisión. La tele me espiaba, me miraba mientras yo oía la radio. Luego los cuchillos me atacaron, cortándome las yemas de los dedos, que crecen como si fueran plantas, pues las riego a diario.

En tanto, el aire acondicionado refrigera mi comida, mientras me echo sobre la nevera para ver la radio y espero refrescarme del calor con las bocanadas de aire fresco de mi sofá...

Fue el televisor que me corrompió, primero se negó a enseñarme las piernas de las presentadoras. Luego escupía basura a través de las bocinas y en la pantalla siempre estaba el mismo tipo, que me miraba fijamente y hacía oraciones en otro idioma con intenciones hostiles.

A esta paranoia, se unió la guitarra, me tocaba por las noches mientras yo me recostaba en mi cojín para perros. Pero sus cuerdas frías me hacían daño; así que yo cogía la pala y le acariciaba hasta que se callaba y se quedaba dormida.

Mi familia insistía que estaba loco y terminaron por irse, la única compañía que me quedaba era mi perrito, Pancho. Pero se ahogó un día cuando se ponía la corbata para ir a trabajar. Estaba borracho, era alcohólico. Se bebía todo el vodka de los floreros.

En fin, muchas cosas han cambiado desde la primera vez que entré en esta casa. Guardo grandes recuerdos en mi piscina de los recuerdos. El resto los amontono en la chimenea. Como añoro los viejos tiempos en que no había televisión.


Lunaoscura

1 comentario:

  1. aguda observación-perdimos imaginación y creatividad,debido a ciertos aetefactos duales en su aporte,,saludo.

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