lunes, 27 de junio de 2016

Al sur alguien la espera

Cuando se conocieron, a través de las redes sociales, no imaginaron que vivirían esa historia de amor. Todo inició bastante frío entre ellos, charlas de temas diversos y algunos otros que les interesaban a ambos. No había sentimientos, tal vez curiosidad, compartían unas cuantas horas de vez en cuando y la pasaban bien.

No imaginaron que podrían llegar a mucho más que eso, sin darse cuenta se enamoraron. A pesar, de que ambos venían de relaciones que habían terminado fatal y los había escarmentado bastante y, al mismo tiempo, no tenían edad para andar con tonterías.

No obstante, el tiempo pasaba y cada vez se sentían mejor juntos, sin malos rollos, todo era fácil, divertido y cómodo, aun cuando tenías su muy peculiar forma de ver la vida. No se dieron ni cuenta, cuando ya estaban metidos en una relación preciosa que les proporcionaba intimidad, compañerismo, cariño, apoyo, complicidad y tantas cosas que ambos añoraban. 

Así las cosas, los temas sobre el futuro de la relación empezaron a surgir. No era nada fácil, se encontraban de diferentes países con toda una vida y compromisos. Cualquiera de los dos que decidiera emigrar, tendría que dejar la certeza de su vida y arriesgarse a lo desconocido. 

En esas circunstancias, y después de largas deliberaciones, acordaron que sería Diana, la quien iría a encontrase con Emilio. Así, comenzó a idear, planear y detallar en una hoja las cosas por hacer.

No obstante, que estaba convencida, en las noches, en la soledad de su cuarto, se ponía a pensar ¿Podrá ser el amor de mi vida? o ¿Solo será una emotiva experiencia de vida? o ¿Será algo diferente? Es sentir lo compartía Emilio, no había certeza de saber si serían el uno para el otro, pero el riesgo lo querían correr. 

Lo primero que, Diana tuvo que afrontar, era la incertidumbre del hecho de vivir, allá donde estaba Emilio, donde tal vez, estaba su probable nueva vida, su nueva, esperada y algo a ciegas, experiencia.

Había transcurrido un tiempo considerable en que Diana hizo la lista, pero no había cumplido más de la mitad, no se le ha hecho fácil, pues, siempre el dinero estaba imbuido en los planes de salida. 

No quería quedarse, quería reunirse allá donde la esperaban, allá donde ese alguien continuaba con su vida rutinaria, pero también aguarda a su ser.

Finalmente, la lista no se cumplió, Diana no viajó, no tenía los recursos, el sur se veía muy lejos. De cuando en cuando, se preguntaba, ¿Sí había sido en vano conocer a ese alguien? Por su parte, Emilio la espera, y la tienen presente. 

Más con toda esa situación, ambos saben que mientras esa atracción inusual permanezca, tendrán oportunidades, pues a Diana, en el sur, alguien la espera.


Lunaoscura

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