Efímera eternidad

No condenes a una eternidad a nuestro amor, no lo sumerjas a un pacto suicida. Para qué, atormentar nuestros sueños como si fueran fósiles de arena y sal.

Invierno

La luz va sediento ante la opacidad del tiempo, las colinas entelequias solitarias. El valle se encuentra en silencio, un silencio melancólico. Su corazón, está abatido, sus habitantes se han marchado, el arroyo ha callado su cantar y el viento detuvo su andar. Todo parece agonizar, es el principio del final.

Te amo

En tus silencios que gritan te amo.

En tus palabras que me provocan

a conquistar mis sueños.

Otoño

Tarde, color de nostalgia, y

aroma ha pasado,

recuerdos que huyen,

hojas secas de un ocaso.

Voz que, se quiebra en dos,

en un ayer y en una soledad.

Lágrimas

¿Cuántas veces, tus lágrimas han desbordado las márgenes de la tristeza? ¿Cuántas veces, has jurado, nunca más?

Solo un instante

Ese instante, donde los cuerpos se exploran y

las almas se encuentran,

sin importar el mañana.

Ese instante, de intimidad eterna,

donde las sensaciones y los sentimientos

no tienen fronteras.

Enamórate de mí

No tengas miedo, soy difícil no lo niego;

acércate, te darás cuenta de que también siento.

Enamórate de mí, no hay riesgo,

no desconfíes, sé que te han herido,

solo recuerda, todos hemos sufrido.

Eres (micro poesía)

El amor que dura la eternidad de un suspiro,

marcando, el alma de un hermoso recuerdo.

Lunaoscura

Amor oscuro

El corazón de una luna no es fácil conocer,
tan impetuoso y ardiente;
habla el impreciso lenguaje del torrente
de un mar desbordado de locura y pasión.

¿Quién soy?

Me preguntas ¿quién soy?

que te puedo decir,

un alma errante

de un fluido sentir.

Que entre letras,

quiere descubrir,

que en ellas

hay una parte de mí.

Quién soy, no lo sé,

un cúmulo de recuerdos,

un montón de sueños o

solo una hoja al viento.

Algo es evidente,

las letras son la expresión

de los sentimientos

que inundan mi mente.

Lunaoscura

Mi pequeña niña

Ahí está, acurrucada en el rincón de unas mugrientas paredes grises. Tan pequeña, tan frágil; en sus ropas, se observa la miseria que la rodea y en su rostro triste y sucio, el abandono. El desamparo y la soledad son sus únicas compañías.

¿Por qué, una vida así?

Noche de lluvia y pasión

Noche fría y lluviosa, acompañada de mi soledad,

sin más que hacer, que dejar pasar el tiempo,

de pronto entre la oscuridad apareciste tú,

Solo tú y yo

Eres la utopía de mi amor,

solamente existimos tú y yo,

nos amaremos sin tregua y sin miedo,

nuestra piel disfrutara del placer;

quiero besarte una y otra vez,

hasta encanecer.

Lunaoscura

Quién es él

Manantial de aguas cristalinas,

donde terminan las lágrimas, y

se esfuman los tristes suspiros.

Vino dulce que ahoga

melancólico recuerdo, en la realidad

de un jardín secreto.

Llama que enciende

viejas pasiones

empapándolas de eternidad.

Mirada suave y apasionada

que derrumba temores

desnudándome el alma.

Amor que entre tanta oscuridad

me ayuda a alcanzar

una estrella en la inmensidad.

Lunaoscura

A ti

Hallarse a tu lado, es sumergirse en arroyo sereno

de aguas cristalinas que humedecen el corazón

en abrazo protector.

Cautivo

Roberto estaba solo en su despacho, su mente divagaba entre los acontecimientos de los últimos meses y como su vida se había transformado.

Antes de conocer a Lorena, su vida era estable y tranquila. No, no era cierto, era monótona y aburrada, esa era la verdad.

La quimera

Era de madrugada, la penumbra, inundaba toda la habitación. Inquieto, despertó, al sentir que una sombra, invadía su espacio, su pulso se aceleró, provocándole una lujuria inusitada, una determinación salvaje que embotó sus sentidos.

El espectro, con una mirada lasciva que, no recordaba haber visto antes, le besaba la boca, el cuello y descendías por su cuerpo. Con una intensidad abrumadora, devoraba con avidez cada centímetro de su piel.

Cuando estaba al borde del orgasmo, la visión se apartó con una sonrisa de malicia desconocida, giro dándole la espalda, mientras se desnudaba con una lentitud y elegancia que lo hacía estremecer. Para después, acercarse y posándose sobre él.

Entre destellos de lucidez, sentía su cuerpo agitado y sudoroso, movimientos intensos sobre su cuerpo, la cálida y abundante humedad de la sombra que, lo atrapaba en un ritmo que se sincronizaba con sus gritos, mientras sus manos jalaban de su cabello.

Su sexo, lo apresaba en un orgasmo intenso que lo hacía gritar como nunca antes. La quimera, ahogaba sus gritos mordiéndole el hombro y clavándole las unas en la espalda, provocándole un dolor erótico que complementaba su clímax.

Desfallecido, permaneció inmóvil, el silencio reinó en la habitación, el ánima ya no estaba, desconcertado se decía: fue uno de esos sueños ilusorios y extraños.

Se levantó y se dirigió al baño, al pasar frente al espejo, observó unos arañazos en su espalda.

Lunaoscura

Visita nocturna

Había llegado casi a medianoche, ya era tarde para ir a su casa, pero lo extrañaba muchísimo y necesitaba verlo.

Dejé mi maleta, tome las llaves de su apartamento y fui hacia allí. Al abrir la puerta encontré un completo silencio. Camine silenciosamente hacia el dormitorio, la puerta estaba cerrada, él dormía plácidamente y completamente desnudo, las sábanas apenas le cubrían sus muslos.

Lentamente fui quitándome la ropa, y fui hacia el baño a darme una ducha, cuando el agua tibia comenzó a caer sobre mi piel una sensación eléctrica corrió mi cuerpo, mi deseo estaba creciendo al pensar que él estaba tan cerca de mí.

Apenas quite la humedad de mi cuerpo, camine hacia el cuarto, él seguía profundamente dormido. Me acerque a su cuello y lo bese suavemente, apenas se movió y volví a besarlo en sus labios esta vez con más intensidad, mientras mis manos comenzaron acariciar bajando lentamente por su pecho.

Sus ojos permanecieron cerrados, pero emitió un leve gemido y su cuerpo se estremeció, se movió quedando bocarriba con las piernas abiertas en clara señal de estar a disposición de todo lo que yo quisiera hacer con él.

Estaba ansiosa y completamente excitaba. Termine por ponerme encima de él, dejando que mis senos se adhieran sobre su pecho envolviéndonos en un intenso calor. Sus brazos me envolvieron, sus manos acariciaron mi espalda hasta llegar a mis glúteos. Quería sentirlo, pero sabía que me haría desearlo más aún.

El ritmo de nuestros cuerpos comenzó a sincronizarse en una ida y vuelta, mis gemidos fueron en aumento.

Sobre él, jugué hasta que llegó el momento de moverme y mecerme sin parar, volviéndome loca de placer, lo beso y lo muerdo muchas veces. Estoy así hasta cansarme y desfallecer, en ese momento él me pone bocarriba para acabar junto a mí.

Su cuerpo se relajó sobre el mío. El sueño nos ganó pero no por mucho tiempo.

– Tengo tanto para ti – dijo – y yo para ti mi amor  - dije al cerrar mis ojos.

Lunaoscura

Noche de miedo (micro relatos)

Fin del juego

Son las tres de la mañana, no puede moverse ni hablar, le resulta difícil respirar… todo está muy oscuro. Esa sombra del rincón, no deja de mirarlo, con voz cavernosa, le murmura:

Por siempre en casa

En medio de la oscuridad y en un silencio absoluto, recorría cada una de las habitaciones de su casa, en cada una había tantos recuerdos de los niños y de su esposa. La pena lo consumía hasta hacerle rodar gélidas lágrimas. Su eterna nostalgia, lo mantenía atado a esos muros solitarios.

Efímera historia de amor

Ella estaba sentada en un bando del jardín, con la mirada perdida en no se sabe qué recuerdos. Lo que él vio, mientras se acercaba, fue a una bella mujer derramando lágrimas.

Antes de partir

Son tan bellos tus secretos,

en mi regazo desierto;

son tus ojos, el firmamento

salpicado de recuerdos.

Tatúame la piel con un beso y

llévame a las cumbres del placer…

sé que te voy a perder.

Ay, corazón

Ay, corazón, ya no te caigas

me duele el alma,

cuando esto acaba.

¿Qué hice yo?

Andar mi camino con amor;

extendiendo mis alas al dolor.