Había
llegado casi a medianoche, ya era tarde para ir a su casa, pero lo extrañaba
muchísimo y necesitaba verlo.
Dejé
mi maleta, tome las llaves de su apartamento y fui hacia allí. Al abrir la
puerta encontré un completo silencio. Camine silenciosamente hacia el
dormitorio, la puerta estaba cerrada, él dormía plácidamente y completamente
desnudo, las sábanas apenas le cubrían sus muslos.
Lentamente
fui quitándome la ropa, y fui hacia el baño a darme una ducha, cuando el agua
tibia comenzó a caer sobre mi piel una sensación eléctrica corrió mi cuerpo, mi
deseo estaba creciendo al pensar que él estaba tan cerca de mí.
Apenas
quite la humedad de mi cuerpo, camine hacia el cuarto, él seguía profundamente dormido.
Me acerque a su cuello y lo bese suavemente, apenas se movió y volví a besarlo
en sus labios esta vez con más intensidad, mientras mis manos comenzaron
acariciar bajando lentamente por su pecho.
Sus
ojos permanecieron cerrados, pero emitió un leve gemido y su cuerpo se
estremeció, se movió quedando bocarriba con las piernas abiertas en clara señal
de estar a disposición de todo lo que yo quisiera hacer con él.
Estaba
ansiosa y completamente excitaba. Termine por ponerme encima de él, dejando que
mis senos se adhieran sobre su pecho envolviéndonos en un intenso calor. Sus
brazos me envolvieron, sus manos acariciaron mi espalda hasta llegar a mis
glúteos. Quería sentirlo, pero sabía que me haría desearlo más aún.
El
ritmo de nuestros cuerpos comenzó a sincronizarse en una ida y vuelta, mis
gemidos fueron en aumento.
Sobre
él, jugué hasta que llegó el momento de moverme y mecerme sin parar,
volviéndome loca de placer, lo beso y lo muerdo muchas veces. Estoy así hasta
cansarme y desfallecer, en ese momento él me pone bocarriba para acabar junto a
mí.
Su
cuerpo se relajó sobre el mío. El sueño nos ganó pero no por mucho tiempo.
–
Tengo tanto para ti – dijo – y yo para ti mi amor - dije al cerrar mis ojos.
Lunaoscura
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