Mi alma está agotada
del murmullo de las caracolas,
mentiras liquidas
de grandilocuente sonido.
Las profundidades de su océano
no la seducirán otra vez
con su tridente herrumbre
que más de una vez
la dejaron en seco invierno.
Hoy busca el cielo abierto
donde pueda ser libre,
donde pueda forjar sueños
lejos de la retorcida muchedumbre
y del vaivén de febriles olas.
Lunaoscura
No hay comentarios:
Publicar un comentario