Ella
se esconde entre las sombras, como un depredador al acecho, esperando
pacientemente… Cuando menos te lo esperas, irrumpe, despacio, disimuladamente. Ángel
negro de piel blanca, labios rojos y cabello negro y largo, que te seduce con
su mirada, con su aroma, te susurra palabras al oído, incitándote a entrar en
su juego.
Un
juego. Eso es lo que todos piensan cuando caen, porque todos caen. “solo un
poco” piensan, los incautos, “no hace daño probar, no soy un niño…”, pero, es
más fuerte de lo que parece. Se da como algo divertido, un pasatiempo. Realmente,
es poderosa, seductora, manipuladora, despertará tus más elementales instintos…
No
lo ves al principio, porque al inicio todo son risas, nuevas experiencias,
cosas a las que no le darás importancia, no las consideraras graves ni nada por
el estilo. Pero con el paso del tiempo te
das cuenta de que no es tan agradable como parecía, esas sensaciones que
despertaban tus deseos son ahora una fijación que te quita la calma. Esa
emoción que un día te pareció algo tan nuevo, excitante y exótico, no es más
que el amargo sabor de saber que nunca serás su dueño. Has malgastado tu tiempo
en una noche fría y tormentosa…
Ella
te ha poseído, tendrá el control absoluto de tus deseos más íntimos, haciendo
que dependas exclusivamente de su presencia y ese erotismo tan suyo… Vas
cayendo sin remedio en su espiral de promesas y de deseos ardientes que luego ella
arrugará y arrojará al suelo, mientras las lágrimas corren por tu rostro.
No
te cabe en la cabeza que, algo tan sublime pueda ser capaz... pero, de esto es
capaz de hacer un ángel con el alma rota.
Lunaoscura