Existen días en los que pensamos que
no sucederá nada en especial, sin embargo, son días decisivos, dónde el factor
sorpresa se adelanta un paso.
En cierto modo tememos a lo
desconocido, aquello a lo que no podemos anticiparnos con ciertas estrategias, pero
seguirá siendo más poderoso el sentimiento de conocer una realidad palpable que
se muestra cuesta arriba con un destino sin altibajos y sin calendarios para
las sensaciones.
Molestarse en sentir desesperación no
tiene cabida. La angustia, no puede quedarse a vivir y la desolación siempre
está escondida. Es mejor cualquier gesto de silencio. Leve movimiento.
Insonoro. Suficiente para encaminar unos pasos sin rumbo que dejen huellas tras
de sí.
De todos modos, será más complicado
respirar si los recuerdos son borrosos. Ahora se engaña la mirada en el límite
de lo vulnerable, lejos de lo razonable, será más sencillo.
Dudando de todo lo que es perdonable. Reaccionar
a destiempo o hacerlo mal. Poner freno a esas decisiones que marcarán
singulares caminos en horizontes difusos. El arrepentimiento, no existe, o está
alterado por una culpa tolerada.
Necesitar escuchar un TE QUIERO para
hacerlo creíble. Caminar firme y serena, de cara al viento inexpresivo, frío e
hiriente de un futuro adiós.
Lunaoscura
existenciales reflecciones.surgidas de un manantial profundo
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