AmandoASohin |
No
condenes a una eternidad nuestro amor,
no
lo sumerjas a un pacto suicida.
Para
qué, atormentar nuestros sueños y
convertirlos
en fósiles de arena y sal.
Hoy
rozó tu corazón
en
las fronteras de tus ojos y
escucho
su latir
en
armónica sinfonía.
Somos
navegantes
en
aguas contrarias.
Entelequias
que deslucen
profundas
nostalgias y,
exorcizan
tristezas.
No,
no condenes a este amor
a
una armonía de sombras
donde
la humedad ahoga
el
fuego en constantes desgarros.
Inventémonos
día a día,
en
el hartazgo de lo cotidiano,
tal
vez, podremos vivir
un
minuto o mil años
en
la llaga del otro.
Lunaoscura
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