El parque

Entre las personas presurosas que transitan por el jardín, su figura llama mi atención. No obstante, de estar vestido con ropa de oficina, se sienta en una banca, distraído, observa a unas ancianas que a su lado hacen ejercicio. Después de un tiempo, se levanta aguzando la mirada, como buscando algo, nuevamente se sienta y juega nervioso con sus manos, pasan algunos minutos más, cuando por fin llega la persona que espera. Es una mujer, que desde lo lejos agita la mano y en su rostro esta dibujada una espléndida sonrisa. Él responde, se incorpora y va al encuentro de ella.

Ambos, se abrazan y se dan un beso, el mundo ha quedado en silencio solo existen ellos en la faz de la tierra.

Él, le toma la mano entre las suyas, entre sonrisas, platican amenamente. Ella, desvía la mirada y nuestros ojos se encuentran; su semblante palidece, su sonrisa se congela, decidida se levanta, mientras él no comprende, se dirige a mi banca. Yo, disimuladamente, cavo la vista en el libro que tengo en mis manos.

- Me saluda, su voz denota molestia y preocupación- ¡Hola!

- Al escucharla, levanto la mirada y más incómoda que educada, le respondo- ¡Hola!

Es Clara, la esposa de mi amigo Simón, está frente a mí, con mirada inquisidora, sondea la situación.

- ¿Qué haces aquí?

- El tono me molesta, pero entiendo que quiere saber cuánto es lo que he visto- ¡Ah!   Espero que abran el banco para hacer unos pagos y ¿Tú qué haces?

Incomoda con la pregunta, por unos segundos guarda silencio, el cual aprovecho para sacar entre mis ropas mi móvil, no tengo deseos de involucrarme. 

- Voy a la oficina, solo que me encontré con ese viejo amigo, ya sabes.

- Dirige la mirada a la banca en donde él espera; no quiero explicaciones, me levanto con el ánimo de alejarme -¡Qué bien!

Le extiendo la mano para despedirme, ella me atrae hacia ella, con tono de complicidad, me dice:

- Tenemos que hablar.

- Claro, cuando tú quieras, es la respuesta lacónica de mi parte.

Ella se aleja para reunirse con él, yo me dirijo al banco.

El resto del día, me entregue a mis múltiples actividades sin reparar en lo sucedido. Cuando llega la noche y tranquila en mi cama, me intranquilizó, debería decirle a Simón, al fin de cuentas él es mi amigo desde hace muchos años, pero no quiero ser la porta voz de malas noticias… además, quién soy yo para andar de chismosa… pero no es justo para Simón que Clara lo traicione de esa manera… con este dilema el sueño me vence.

Decido no involucrarme, que sé yo de los motivos de Clara, o si Simón lo sabe, en cuestiones de relaciones de pareja es mejor no involucrarse, según me decía mi madre.

Pasados los días, recibo una llamada, es Clara quiere platicar, me excuse, pero de nada sirvió, así que acordamos vernos esa misma tarde.

Cuando llegue al café, ahí estaba ella, dejaría que expusiera el motivo de la reunión, me limitaría a escuchar. Con esa decisión, me senté. Obviamente, ella estaba nerviosa, no sabía cómo empezar la conversación, es que así, después de preguntar por todos en casa, finalmente, hablo.

- Simón, es un hombre maravilloso, pero la chispa de la relación sea acabado, todo es rutinario, me he convertido en un mueble más de la casa. En cambio, Jorge me brinda atención, siempre está atento a lo que me pasa, me hace sentir especial… esto se dio sin ninguna intensión.

- La escuchaba en silencio, había jurado no cuestionar nada, pero Simón era mi amigo, es qué así, le pregunte - ¿Qué pasaría con Simón y contigo? 

- No lo sé… no quiero herirlo, es un buen hombre…

- Precisamente por eso, no merece este engaño, disculpa, pero él te quiere… mínimo es que sea honesta con él.

- Sí, lo sé, pero tengo que hablar con Jorge, hasta el momento no hemos definido que sigue, pues él también tiene que resolver su situación.

- O sea, él también es casado.

- Sí y tiene dos hijos, pero la relación con su esposa es insoportable, solo sigue ahí por sus hijos que están pequeños.

- En menudo lío te has metido Clara, solo espero que hagas lo correcto, no te preocupes no le diré nada a Simón, por respeto a su relación, pero te sugiero que resuelvas esto loa antes posible.

Así las cosas, me despedí de Clara, me sentía molesta con su actitud, pero no era quién para juzgar, solo esperaba que no siguiera traicionando a mi amigo Simón.

Los meses pasaron, no había tenido noticias ni de Clara no de Simón, hasta una fiesta en donde coincidimos. Ahí llegaron Simón y Clara. Estaba embarazada y mi amigo se notaba muy feliz. 

Clara, evadía mi mirada, eso me hizo suponer que algo no andaba bien, me acerque a ella para platicar. Inmediatamente, trato de dar explicaciones, entre ellas, que no tuvo el valor de enfrentar a Simón y… después de que Jorge se enteró que estaba embarazada, no volvió a saber de él.

¡Maldición!, porqué, tengo que enterarme de esas cosas. Después de esa ocasión, me retire por completo de Simón y Clara.

Lunaoscura