Entre vehículos y basura de esas
calles desoladas y húmedas, deambula con la penuria a cuestas un cuerpo menudo
y maltrecho.
Con indumentaria desgastada, el
pequeño pirata de mirada extraviada, asalta botes de basura, sus ojos gritan ¡tengo
hambre!
A su corta edad, conoce de
miseria sin un hogar ni padres que lo quieran.
Qué será de ese desventurado, en
una sociedad que lo ha olvidado.
Lunaoscura
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