Rasgaduras en los
pensamientos, dolor en el pecho. Convirtió en barro seco aquel sueño. Todo se
ha desgarrado, tiembla el suelo cada vez que mi sonrisa cae y la decepción se
impone. Cuando no hay motivo ni razón para todo aquello, la perfección que me
rodea hace que mi rostro se queme con las lágrimas de debilidad. Veo todo tan claro,
la omnipotencia de la vida me abraza sin condiciones. Emerge en mi ese sentir que
le debo cada soplo que hace que me levante cada día. Mezclarme con esa perfección,
llena mi espíritu de ese elixir para comenzar de nuevo. Es momento de dejar lo
que no fue y construir nuevos sueños.
Lunaoscura
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