El
cielo está cuajado
de
estrellas negras,
el
canto de mi alma
muere
sin ser cantada
ahogando
todo en mí.
Se
disiparon
los
intensos colores,
detrás
del sol negro
y
las sombras rompen
en
marejadas nebulosas.
Llovieron
tantas desesperanzas,
que
morí como mueren
las
lágrimas no derramadas
en
el silencio de un amor.
Se
me ha muerto la voz
ahogada
en un grito de dolor,
duele,
duele y duele aún más
matar
mis sentimientos
en
este último poema de amor.
Lunaoscura
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