Soy la dueña de tus desvaríos,
la de noctámbulos besos,
donde se pierde tu soledad
acompañada.
Soy la cariátide
de columnas ciertas
que se abren celestialmente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso.
Soy la de montañas,
erectas, duras,
en donde sacias
tu hambre de amor.
Soy la que te arranca
de la hartura de cada día;
la que desviste su lluvia
y se baña en tu río.
Soy la que te crucifica,
y se pierde
en tu mirada,
mientras infatigable
recorre tu cuerpo.
Soy, ella la eterna
la ambivalente
que renace
en tus noches solitarias.
Lunaoscura
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