El silencio de la habitación
me envuelve en un sopor cálido, parece una noche más de verano, pero tu
presencia, tus ganas, mis ganas la hacen distinta, la hacen especial. Quizá sea
el tiempo, el deseo de verte, tus ganas de hacerme tuya una vez más.
Sigilosamente te
acercas, me miras y me besas, mientras tus brazos arropan mi cuerpo. Siento tu
respiración como invade mis sentidos. Me pides que confíe en ti, que no tema. Sonrío
y te miro.
Sacas un pañuelo y me
vendas los ojos. Siento como una corriente eléctrica invade mi ser y me estremezco.
Nuevamente me besas y tus manos deleita
mi cuerpo con dulces acaricias. El tiempo se detiene y el frenesí toma el mando.
Con tus manos te
guías, tu respiración me haces temblar. Es extraña la sensación de no verte y
de sentirte más que nunca. Me dejó llevar por tu frenesí. Me abandono en tu
deseo viril.
Suspiro una vez más,
me quito la venda y no estás. Otra vez, esta maldita imaginación que, me hacer delirar
con que algún día volverás.
Lunaoscura
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