El silencio ocupa cada rincón de mi
pensamiento. Apenas podía ver la habitación con la tenue luz de la calle, que
rasgaba las paredes como araños. Suspiré girándome para no verlas, intentando conciliar
el sueño, pero todo fue en vano, recordé al hombre que había visto cuando
paseaba por la calle. Aquellos ojos oscuros, sus labios y su voz…
Él hablaba y yo hipnotizada, preguntándome
¿Cómo será más allá de lo que me muestra? Lamentablemente, no se logró llegar a
más, solo fue una banal conversación de dos desconocidos, que luego siguen con
sus vidas.
Embeleso, mi mano se ocultó bajo las
sábanas, imaginándome situaciones morbosas y complacientes. Sentí mi cuerpo en
llamas y gemí llevándome los dedos a la boca.
Sentía los espasmos apoderándose de mi
cuerpo, provocándome oleadas de éxtasis una y otra vez, hasta que dejé que mi
mente explotase y sus cenizas se esparcieran por la habitación.
Abrí los ojos, pude ver a ese hombre desvaneciéndose
delante de mí, como un fantasma evaporándose en la nada. Volví a la oscuridad
de mi cuarto oscuro y a mi absoluta soledad. Suspiré de nuevo, y me dejé llevar
por el sueño que me engullía como aquel silencio que lo engullía todo, incluso
a mí.
Lunaoscura
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