Al fin, la llama de
esa pasión, se esfumó entre lánguidos suspiros, las lágrimas amargas se secaron.
Lo que ofrecí alguna
vez está perdido, mi alma se desbarato en tus labios, dejándote en la
oscuridad.
Desee olvidar y
saciar la sed de angustia que me desmoronaba con mil preguntas en mi cama
vacía. La respuesta es la evidencia de que ya no está aquí, ya no sientes nada.
En esta noche de
dolor, no hay esperanzas de creer, no hay destino, no hay perdón. Todo acabo.
La amarga espera sucumbió,
en tu destino ya no estoy, no hay más indicios en mi piel. Todo el pasado se
esfumo, mi alma no siente más temor. Eres libre de cada palabra, de cada
caricia, de cada deseo, ya no lo necesito, ya no quiero saber más de ti y de lo
que eres tú.
Lunaoscura
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