Cuando llega la noche,
estoy contigo. Oigo el palpitar de tu alma y siento el ardor de tu cuerpo. Lentamente,
me adhiero a tu cuerpo, sintiendo el delirio tu piel.
Al abrigo de la luna,
te hago mío, tu cuerpo se derrite al tacto de mis manos, en un fuego de hielo
que nos fusiona en estrépito arrebato de pasión.
Bajito muy bajito, te
susurro ¡Lléname! con tus labios tibios, recorre mi piel, calma este deseo
ardiente. En el juego, acaricio el
contorno de tus labios, mientras mi lengua abraza tu nuca. Adormeciéndote, cual
droga.
En un éxtasis divino,
domestico tus sentidos. Fundiéndonos en el encanto de la luna, gozamos del placer
sin cadenas.
El deseo ardiente,
juega con nosotros. Loco impaciente, muerde fuerte mis labios, soy la
entelequia de tu frenesí. Recorre con tus labios, cada espacio secreto de mi
cuerpo, cual suaves pétalos, báñame en ellos.
Soy el sueño loco que
ayer construiste.
Lunaoscura
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