Duele tanto oír
tu nombre,
una herida
se abre.
Podrás oír
mi llanto
no puedo fingir,
latidos inciertos.
Deseos apagados,
un llanto triste
nublo los sueños
de un presente.
tu nombre,
lanza que hiere
de muerte.
Seré, a quien
jamás veras
suplicando,
una vez más.
Mi alma se rompió,
quedo en oscuridad,
mundo de olvido
y soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario