El atardecer ha llegado,
se recorrió la mitad de mi vida;
el alma charla con árboles y avecillas,
los recuerdos se acumulan
en el costal de pérdidas y alegrías.
Cuando ha llegado la tarde,
el sonido de la vida
inunda todos los rincones
con las preguntas de siempre.
Cuando llega el crepúsculo,
el cuerpo cansado
de tanto trajinar
se planta un poco encorvado.
Cuando el ocaso arriba,
es momento de tirar todo
aquellos que no sirve, y
echar a volar sin rumbo
donde el tiempo no acose.
Lunaoscura
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