Con fuego en la chimenea
y una copa de vino,
se deslizan los sueños;
noche triste que abriga
el desconsuelo.
El calor del fogón enciende
memorias de amores viejos,
dónde quedaron esos ayeres,
sólo estela de luz, al viento.
Apostado en su sillón,
los ojos del hombre viejo,
se nublan en recuerdos,
la nostalgia lo hostiga
en un presente ausente.
Con condena y aflicción,
el tiempo se divierte
sólo para recordarle que,
la vida no se detiene.
Lunaoscura
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