En silencio te retengo,
poco a poco has penetrado,
en mi mundo como ensueño,
no encuentro la justificación,
sólo sé que eres mi anhelo.
No creí decir estas palabras,
a un forastero peregrino,
que con su sensualidad,
me ha cautivado,
aun que sé que te irás.
No importa si te vas,
lo que me haces sentir,
vale arriesgarse a vivir,
sé que me dolerá,
cuando te hayas que ir.
Más la caricia intima
de tus labios húmedos,
me transporta
a un mundo irreal,
donde nada importa.
Lo único que quedará
de esta casualidad,
será la evocación
de un efímero poema
que nadie sabrá.
Lunaoscura
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