Nació a mediados de los años 50’s
en un barrio del sur de la ciudad. Para mala suerte de su madre y de ella,
nació con una deformidad en la columna vertebral lo que le impediría tener un
buen desarrollo corporal.
Su madre lloraba amargamente, la
pobreza en la que vivían no le permitía brindarle el tratamiento que el médico
le había recomendado. “Al perro más flaco se le cargan las pulgas”, era su eterno lamento.
Chencha, así le decía de cariño a
Lorenza, creció rodeada de miseria a demás de su deformidad, no obstante era
una niña de carácter alegre lo que se gana la aceptación de todos.
Sólo fue a la escuela dos años,
medio aprendió a leer y a escribir, tenía que ayudarle a su madre a trabajar.
Además decía su madre que no tenía muchas oportunidades, era mejor que
aprendiera a trabajar para poder valerse en la vida.
Con esa filosofía de vida,
Chencha empezó a acompañar a su madre hacer quehaceres domésticos. Después de
un tiempo, ella ya tenía sus propias casas donde prestaba sus servicios.
Uno de los gustos que se daba,
era tomar diariamente muy temprano un refresco de cola muy frío, apenas la
tienda de la esquina abría, ella ya estaba ahí. Su madre la reprendía pero a
ella eso no le limitaba darse ese gusto.
El tiempo transcurrió, Chencha se
convirtió en una adolescente que por su condición no era una chica popular
entre los jóvenes de su barrio.
Las fiestas y los chicos le
estaban vetados, si bien podría tenía amistades, otra era que quisieran salir
con ella. Más ella se consolaba con su refresco frío de cola por las mañanas,
decía a las que la reprendían por ese hábito, “si para unos la pena con pan es
buena para ella con un refresco de cola lo era”.
En una ocasión con motivo del
cumpleaños de su madre, en su casa se organizo una fiesta. Estaba entusiasmada
hasta se compro un vestido nuevo y maquillaje para dicho evento.
El día del evento, como en
cualquier fiesta de barrio se reunieron los chicos, entre ellos había uno que
llamaba especialmente la atención de Chencha.
Después de unas horas y unos
cuantos vasos de alcohol, el susodicho joven invito a Chanca a bailar. Entre
risitas burlonas y comentarios de lástima bailaron unas cuantas piezas, después
se pusieron placenteramente a platicar.
Ella era una persona de mente
ágil y vivaz carácter, al chico le resulto muy agradable su compañía e incluso
la invito a salir.
Así empezó una amistad que con
los meses se transformo en un noviazgo, Margarita, la madre de Chencha estaba
feliz, al parecer su hija no se quedaría sola.
Casi para cumplir un año de
noviazgo, Chencha resulto embarazada, entre alegría y susto le informo a su
amado Gonzalo, supuso que con esa situación se formalizaría la relación y hasta
tendría una familia.
Craso error, una vez que Gonzalo
se entero sin más desapareció. Por más que ella lo buscaba y preguntaba a su
familia por él. Sólo logro enterarse que se había ido a los Estados Unidos en
buscar un mejor porvenir.
Con las ilusiones y el corazón
desechos, le informó a su madre de su embarazo. Ella reacciono dándole una paliza
por fácil, con el paso de los días la perdono.
El embarazo fue arriesgado debido
a su columna, más de la vida estaba que Chencha fuera madre de una niña normal
en todos los aspectos, a la que dio todo lo necesario para que saliera
adelante.
Con el paso de los años, su hija
la hizo abuela de una chiquilla encantadora, la adoración de Lorenza.
Chencha como siempre lo había hecho
durante su vida, muy temprano se va a la tienda de la esquina a beber su
refresco de cola helado.
Lunaoscura
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