El aspecto del mundo sólo nos es
soportable cuando le vemos a través del humo del fuego de pasiones agradables,
unas veces oculto como un objeto de adivinación, otras empequeñecido y
abreviado, otras indistinto, pero siempre ennoblecido. Sin nuestros afectos, el
mundo es número y línea, ley y absurdo; en todo caso la paradoja más repulsiva
y pretenciosa.
Federico Nietzsche,
Tratados filosóficos
Photo: Heather Siple |
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